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2017: La innovación que viene

Uno de los instrumentos estrella de financiación de la ciencia a nivel continental, el European Research Council (ERC) cumple 10 años en 2017. Se trata de un programa que, integrado en Horizonte 2020, selecciona y financia los mejores proyectos de investigación básica.

El ERC se ha convertido en la joya de la corona de la investigación fundamental. Se trata de un programa a través del que científicos de todo el mundo (el programa está abierto a ciudadanos de fuera de la UE) consiguen financiación en condiciones muy ventajosas para llevar a cabo sus proyectos. Las ayudas, que pueden extenderse hasta los cinco años, llegan a alcanzar los 1’5 millones de euros. No hace falta crear consorcios, porque se otorgan a científicos y líneas de investigación concretas, y son independientes de que la situación del beneficiario cambie por continuar sus trabajos en otra entidad (como de hecho ocurre con alguna frecuencia).

new-years-day-1807747_1920El programa ha ido evolucionando con el tiempo, y contempla un tipo de financiación, denominada proof of concept, para que los investigadores puedan dirigir los resultados hacia productos y servicios que sean transferibles a través de procesos de innovación.

Frente a este modelo de financiación en la investigación básica, el grueso de las ayudas para innovación (léase transferencia de tecnología) se organizan a través de los proyectos financiados por la vía del Plan Estatal de I+D, y las principales líneas de subvención se distribuyen entre empresas a través de las convocatorias del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) en forma de créditos a muy bajo interés. Otros instrumentos de financiación, como el programa RETOS o la iniciativa NUCLIS desarrollada por la Generalitat de Catalunya son también ejemplos en el panorama de ayudas públicas a la actividad innovadora.

En todos los casos, los procesos de financiación se llevan a cabo por concurrencia competitiva, debiendo los promotores presentar, y en algunos casos defender, su propuesta para obtener los recursos.

La innovación es una actividad muy costosa que se produce con un grado de incertidumbre importante, porque se trata de desarrollar utilidades y herramientas nuevas para resolver o mejorar procesos que se llevan a cabo en el sector productivo, o bien en las administraciones que prestan sus servicios a toda la sociedad (por ejemplo, en el ámbito de la salud), aportando mejoras sustanciales respecto a los sistemas o elementos que se quieren sustituir.

Todos los Estados del mundo estimulan el trabajo de investigadores y tecnólogos a través de proyectos competitivos de financiación. Sin instrumentos de ese tipo, la mayoría de las empresas, entre ellas la práctica totalidad de pymes, no se plantearía llevar a cabo estas iniciativas.

Pero la innovación del siglo XXI ya no se realiza en procesos estancos. Antes la colaboración era la estrictamente imprescindible para avanzar, con la precaución de no perder las ventajas competitivas resultantes. Ahora, a través del modelo de innovación abierta, los distintos agentes del sistema (empresas, pero también universidades, centros tecnológicos y administraciones públicas) comparten el conocimiento para impulsar proyectos más ambiciosos y competitivos.

Y en esas misma línea, la frontera entre ciencia básica y aplicada se difumina, porque no puede concebirse la transferencia de conocimiento hacia la innovación sin una sólida base de investigación fundamental.

El ERC completa su primera década, y los resultados obtenidos son muy positivos. En paralelo, a través de los programas de fomento de la innovación a nivel local, la colaboración con empresas para poner en marcha proyectos de innovación, que sufrió un serio parón durante la crisis, se ha reactivado en estos últimos años.

Afrontamos un 2017 lleno de expectativas y de retos. Desde CIT UPC seguiremos trabajando para mantener y multiplicar la tendencia de crecimiento a través de la innovación tecnológica como motor de una economía moderna, sólida y con capacidad para multiplicar la actividad empresarial y el empleo.

En ese proceso, como en los últimos cinco años, nos encontrarán también en 2017 haciendo, como dice nuestro lema, la tecnología realidad.

CIT UPC