El número de doctores que forman las universidades catalanas, en la línea de lo que ocurre en los principales países de nuestro entorno, se incrementa anualmente. En nuestro caso, las universidades y los centros de investigación públicos son el destino principal de los nuevos doctores, mientras que el sector privado suele ser una salida secundaria, ya que sólo el 15% del personal doctorado trabaja en empresas.
En la actual economía del conocimiento el capital humano con alta formación y la innovación en procesos, productos y servicios son dos de las claves para lograr un crecimiento económico y social sostenible. Estos activos, en buena medida, se originan en nuestras universidades y centros de investigación, los cuales, en muchos casos, se sitúan en la primera línea mundial. Por lo tanto, se deben mejorar los mecanismos de transferencia con los entornos empresariales para aprovechar esta posición líder de nuestro modelo de investigación y, más precisamente, de nuestro sistema de formación en investigación e innovación.
Es en este contexto que nace el Plan de Doctorados Industriales de la Generalitat de Catalunya, y que se ha inspirado en experiencias internacionales de éxito ya consolidadas como Francia, Dinamarca, Reino Unido, e incluso la Comisión Europea dentro de sus programas específicos.
El elemento esencial del Plan es el proyecto de doctorado industrial. Se trata de un proyecto de investigación estratégico de una empresa, que se desarrollará en colaboración con un grupo de investigación reconocido por la Generalitat de Catalunya. Este proyecto será objeto de una tesis doctoral en una universidad del sistema universitario catalán, por tanto, el doctorando/a realizará su formación investigadora dentro del marco de un proyecto de la empresa.
Este año se ha iniciado la segunda edición del Plan con el objetivo de abordar 75 nuevos proyectos de doctorado industrial. Actualmente, en Cataluña se están desarrollando 71 proyectos iniciados en ediciones anteriores que cuentan con la participación de empresas de todos los tamaños, desde grandes corporaciones hasta spin-offs, desde todos los ámbitos de conocimiento (tecnologías de la información y las comunicaciones, ciencias de la vida, ingeniería civil, química, ciencias sociales, humanidades…), del sistema universitario público y privado catalán.
La Universitat Politècnica de Catalunya•BarcelonaTech tiene un papel destacado, siendo la universidad que participa en más proyectos, concretamente en 27, principalmente en los ámbitos de las tecnologías de la información y de las comunicaciones, así como en ingeniería civil y geoambiental, con una larga lista de empresas entre las que destacan por su número de proyectos SEAT y AGBAR.
En esta segunda edición la Generalitat de Catalunya mantiene el apoyo económico de la edición anterior, es decir, aporta el 50% de la financiación de la formación de los doctorandos, incluyendo la tutorización del proyecto por parte de la empresa y la universidad y la internacionalización de los doctorandos con una bolsa de movilidad.
Los interesados en este programa pueden encontrar más información en la web http://doctoratsindustrials.gencat.cat recordando que hay tres fases en el proceso: publicidad del proyecto, selección de candidatos y solicitud de la ayuda (que implica un convenio empresa-universidad).
En cuanto a los beneficios para las partes implicadas, el desarrollo de proyectos de doctorado industrial aporta los siguientes:
• Para las empresas, es un mecanismo que les permite innovar gracias a la cooperación con grupos de investigación punteros. Asimismo, las empresas pueden hacer uso también de equipamientos e infraestructuras altamente especializadas y atraer talento, incorporando a su plantilla personal investigador en formación que hace suyo este proyecto y aporta valor añadido. También ayuda a la empresa a proyectar una imagen corporativa de alta responsabilidad social.
• Para las universidades y los centros de investigación de Cataluña, los proyectos de doctorado industrial son una oportunidad para transferir su tecnología y sus conocimientos al entorno productivo, y fortalecer así los vínculos con el mundo empresarial.
• Para los futuros doctores, se trata de una magnífica ocasión para incorporarse a un entorno altamente innovador, que combina la supervisión académica de la tesis con la tutoría que proveen las empresas en el marco de un contrato laboral de tres años de duración, con una retribución mínima de 22.000 euros brutos al año, y que incorpora además otras ventajas.
En conclusión, el Plan de Doctorado Industrial quiere contribuir a mejorar la competitividad y la internacionalización del tejido industrial catalán, formando doctores en el marco de un proyecto universidad-empresa. Es una oportunidad, y también un desafío, para quienes quieran convertirse en referentes en innovación en los próximos años. Nos va el futuro en ello.
Dr. Antonio Huerta
Director Académico
Plan de Doctorado Industrial de la Generalitat de Catalunya