La tecnología de la imagen LIDAR –LADAR- (Light -Laser- Detection and Ranging) se ha convertido en una referencia como instrumento avanzado para medir distancias y escenas sin contacto y a distancias significativas. Permite la obtención de imágenes 3D en tiempo real, a partir, en su versión pulsada, de un pulso láser del que se detecta el tiempo en ir y volver desde el objeto en cuestión. Esta medida puntual se convierte en imagen a través de un sistema de escaneo o de
matrices de detectores. Las imágenes 3D se obtienen sin necesidad de ningún cálculo posterior (como en las imágenes estereoscópicas) y son muy útiles en campos tan aparentemente lejanos como la geología, la física de la atmósfera y la topografía, pero recientemente se están extendiendo a aplicaciones en robótica, seguridad y defensa, la inspección de minas a cielo abierto o la circulación de todo tipo de vehículos autónomos, por poner algunos ejemplos.
Algunos de los retos en la mejora de esta tecnología pasan por el uso de cámaras cada vez más compactas, y por mejorar sus prestaciones, como sería el posibilitar su uso a pleno sol o en condiciones adversas de niebla o lluvia. También limitan su uso los componentes móviles, la elevada densidad de puntos de muestreo necesarios para obtener la imagen, o la dificultad de obtener el flujo de información necesario para obtener vídeo en tiempo real a resoluciones espaciales suficientes. Es, pues, un campo en evolución y que está directamente relacionado con la evolución del estado del arte de sistemas y componentes.
Conseguir sistemas más robustos, eficientes y económicos es el empeño de las empresas que los comercializan, pero también de las que trabajan en el diseño, construcción, venta y mantenimiento de los equipos. A partir de la investigación desarrollada por el Centro de Desarrollo de Sensores y Sistemas (CD6 UPC) en el área de metrología óptica, en junio de 2016 creamos Beamagine, una empresa especializada en desarrollo de tecnología LIDAR con el objetivo de dar respuesta a todos esos retos. Jordi Riu Gras, investigador del centro, y yo mismo, fuimos los socios fundadores.
Beamagine ha desarrollado una cámara LÍDAR que ofrece prestaciones técnicas superiores a las existentes en el mercado, especialmente en cuanto a resolución espacial, uso de componentes exclusivamente de estado sólido, y a su funcionamiento a larga distancia en condiciones diurnas (hasta 100m) a partir de una tecnología actualmente protegida por seis patentes internacionales. Todos estos aspectos combinados permiten su uso en nuevas aplicaciones y mercados en que hasta
ahora esta tecnología no estaba presente.
Además, la cámara está diseñada para obtener imagen incluso en situaciones climáticas complejas, y no incluye piezas móviles, por lo cual resulta muy fiable y no precisa recalibrarse, es insensible a entornos con vibraciones y apenas necesita mantenimiento. Por último, su tamaño permite que sea fácilmente integrable en cualquier parte del vehículo.
Todas estas ventajas hacen posible plantearse nuevas aplicaciones: desde la navegación de vehículos, la prevención de accidentes, la vigilancia avanzada, la detección de obstáculos y seguimiento, en el desarrollo del vehículo aéreo no tripulado… Actualmente ya se está colaborando para abastecer al sector de la automoción, pero se prevé su llegada a nuevos mercados, como el de la aeronáutica, la robótica, la logística o el ferroviario, entre otros.
No es el primer caso de una spin off surgida de la colaboración entre jóvenes emprendedores y el CD6 UPC. En poco más de 10 años se han creado más de una decena de empresas de este tipo, que reciben el primer impulso gracias a la aportación tecnológica del centro, que cuenta con la experiencia y los equipos necesarios para poder desarrollar el trabajo que conduce a los primeros prototipos en un marco favorable, y con el respaldo de la universidad.
Dr. Santiago Royo
Director del Centro de Desarrollo de Sensores, Instrumentación y Sistemas (CD6 UPC)