8M: Tecnología en femenino

La relación entre mujeres e innovación sigue llamando la atención en 2019. Algunos de los desarrollos tecnológicos que han sido noticia por su carácter innovador fueron impulsados por equipos liderados por mujeres, a pesar de que la proporción de investigadoras postdoctorales respecto a la de investigadores se sitúa en un 40%-60% favorable a estos, según el informe Dona i Ciència de la Generalitat de Catalunya.

Iniciativas como la mejora de la iluminación en quirófanos de Alícia Casals (CREB) y las prótesis personalizadas a través de la impresión 3D de Maria Pau Ginebra (CREB) son dos buenos ejemplos de innovaciones firmadas por mujeres investigadoras de la UPC.  Son proyectos que se sitúan en el último tramo del proceso de transferencia de conocimiento, cuyos beneficios son fácilmente visibles para el conjunto de la sociedad. Hablamos también del trabajo de investigadoras como Dani Tost (CREB), o de la reciente iniciativa liderada por la ingeniera Monika Bachofner al frente del proyecto europeo EIT Urban Mobility. Un tema, la movilidad urbana, en la que también ha tenido mucho que decir Lídia Montero (Inlab FIB).

Sin embargo, esa situación minoritaria de las mujeres en el tramo final de la carrera investigadora, después de concluida su formación de doctorado, no se corresponde con los porcentajes de mujeres en las etapas anteriores (grado, máster y tesis), en las que el balance es claramente favorable. El cambio de tendencia se produce justo ahí, y por eso es preciso corregir el desequilibrio impulsando medidas correctoras.

La igualdad se consigue a través de la normalización de una relación de paridad real. Deben garantizarse idénticas condiciones de acceso, retribución y promoción, y tomar las medidas para eliminar los escollos que las mujeres encuentran en ese proceso por el hecho de serlo.

Núria Salán (CIEFMA), lo explicaba con acierto hace ahora un año. La lucha por la igualdad en la carrera científica e investigadora es una carrera de fondo en la que, como le ocurría a Alicia en el País de las Maravillas, no es suficiente con avanzar, sino que aún hoy, hay que correr el doble de rápido para llegar a otro lado.

En la Universitat Politècnica de Catalunya se lleva a cabo un trabajo constante y creciente que merece ser reconocido en un día como hoy. El Plan de Igualdad actúa en varios frentes, desde la eliminación del techo de cristal al fomento de la incorporación de las mujeres al sector de las TIC (donde la proporción respeto a los hombres es de 70-30), pasando por la conciliación de horarios.

En el entorno del 8 M se han organizado distintas iniciativas orientadas a contribuir a dar visibilidad y valor al trabajo de las mujeres en la ciencia y la tecnología. Y, fundamental, para aumentar las vocaciones científicas entre niñas y adolescentes.

Jornadas como la de hoy siguen siendo necesarias reivindicarlo conseguido y señalar los aspectos que deben mejorarse. Hemos aportado los nombres de algunas, las más visibles y conocidas, pero en una jornada como hoy los focos deben iluminarlas a todas.  En sus manos y sus cabezas, y en las de las que están por venir, está nuestro futuro.

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